PASEO DIDÁCTICO POR EL CID

Daniel Cerdá Simarro, profesor en prácticas en el Taller de Empleo PETRER EMPLEA

En primer lugar, me gustaría destacar la ubicación y el nombre de esta fabulosa montaña llamada “El Cid” situada en el término de Petrer, la montaña más famosa y visitada del pueblo, pero no es solamente por sus vistas, esplendidas desde arriba, todo empieza desde la base de la montaña.
Conforme empiezas el sendero y te adentras a la montaña, se puede ver la vegetación de nuestra zona, el esparto y algunos romeros alrededor de muchos pinos. Pero si das un paso más te encuentras con la jara blanca, la coscoja, el raïm de pastor entre otras. No solo termina ahí sino a medida que nuestros pasos nos llevan más adelante encontramos madreselva, cornicabra, zarzaparrilla e incluso también podemos ver un rosal silvestre y un madroño, además de que cada vez el terreno invita abandonar el pinar para entrar en el encinar, es decir, la encina o carrasca una gran especie autóctona y maravillosa. Cuidado a los viajeros que no estén a acostumbrados con la coscoja y la encina, son similares pero a mi modo de ver hay claramente dos diferencias, la primera es un arbusto y su hoja es de igual color en ambos lados, mientras que la otra es un árbol y el color de la hoja por el envés es de un color más claro.



 


Mientras nos disponemos a subir al primer punto de descanso, se puede apreciar, gracias a unas vistas maravillosas, la diferencia de especies que crecen en la zona de umbría y solana. Además, al llegar a la zona descanso, podemos observar las aves que hay por alrededor como es el caso de un cernícalo. Al llegar a la cima tenemos unas vistas preciosas y un camino que se bifurca, para llegar a una zona llamada “Contador” donde podemos observar numerosas aves. Allí esta ubicado nuestro otro sendero para ver al aladierno, escondido minuciosamente, y una cueva accesible para los amantes de la aventura. Además, siguiendo el sendero, podemos apreciar, en el lado de la carretera, una gran escoba de bruja, que es una picadura de un insecto a un pino y como respuesta al ataque, hace crecer sin parar las hojas.

  
  
Finalmente tras dar una vuelta enorme al Cid, subiendo por la principal y bajando por el sendero de Contador que bordea el Cid, situándote cerca de la parte de atrás del Cid, hemos podido ver las diferentes y bonitas especies vegetales disponibles, además de la fauna que alberga desde lo que podrían ser los corzos y otros mamíferos hasta las aves como una pareja de alcones peregrinos. Quizás, puede que no veamos muchas especies de animales pero las vegetales siempre estarán ahí, a nuestra vista, para hacernos el camino más agradable y bonito.
Un cordial saludo a todos, Daniel Cerdá Simarro.


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